BUSQUEDA
DE VISION- EL CAMINO DE LA MONTAÑA
Vamos caminando por senderos en nuestra
existencia; mientras observamos paisajes también construimos nuestra historia
personal.
En nuestra esencia de madurar, poco a poco empezamos a sentir la necesidad de una
intimidad superior, en la que podamos reflexionar en torno a nuestra vida... con preguntas como ¿Quién
soy?, ¿Cuáles son mis virtudes?, ¿Hacia dónde enfoco mi energía?, ¿Cuál es mi real inspiración?
Estas son las preguntas que nos inspiran a sentir y vivenciar el camino de la montaña; una tradición que nos recuerda la importancia de conectar con nuestro yo profundo, que debemos buscar nuestra
visión, la visión profunda de nostr@s mism@s; para así afianzar nuestro camino,
nuestra misión personal, avanzando con mayor confianza sobre lo que deseamos manifestar
en nuestra vida.
Entonces empieza a pulsar en nuestro ser la fuerza para así permitirnos durante cuatro días con sus noches ofrendar a la conciencia divina que nos contiene, el ayuno de agua y alimento; también el agotamiento físico. Sobrellevamos el frio de la
noche, el calor del día y la soledad. Y es por esto que durante la búsqueda de
visión, entramos en un estado especial de discernimiento para aclarar nuestra
mente.
La visión es una bella oportunidad para observarnos profundamente en el
reconocimiento de las luces y sombras que llevamos dentro, las expansiones y
limitaciones, las fuerzas y debilidades, las dudas y la confianza; todas esas
emociones y sensaciones que solo en la intimidad se pueden diluir o afianzar
con sinceridad.
Mientras vamos a la montaña contamos con
el apoyo de nuestros cercanos sanguíneos o afectivos quienes estarán poniendo
el mejor pensamiento, la bonita palabra para que podamos hallar los tesoros que
llevamos dentro. Se alimentarán y beberán por nosotros pues estamos tejidos en nuestras
relaciones y de esta manera fortalecemos las redes de amor y confianza
caminando en compañía; de la mano de quienes hacen parte de nuestra historia
personal. Pues cuando nos ofrendamos de esta manera ante las esencias estamos también
haciendo brillar el camino de quienes nos han permitido estar presentes en este
tiempo empezando por la familia hasta nuestros ancestros.
Ademàs de sentir el llamado a buscar la visión
debemos llevar nuestros rezos e intensiones pues son los que nos darán la
fuerza para estar en la montaña sembrados como una semilla que brotara con alegría
al final de este encuentro espiritual en intimidad.
…Ante la montaña me inclino
con mi cobija, mi tapete, mi hambre y mi
sed
con el sol como alimento y la luna mi compañía
intima
por cuatro días y cuatro noches
ante los guardianes de los cuatro rumbos
… me entrego
En la plena confianza de renacer
con voluntad guerrera del amor
…Por mi gente, por mis abuelos, por mi
familia.
Abuelo Kabito & Tanametztliº
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ResponderEliminarGratitud siempre por lo que le brindan a nuestras vidas. Es un dulce honor poder caminar en esta familia. Bienvenido el tiempo sagrado del silencio vivo de la montaña.
ResponderEliminarGratitud siempre por lo que le brindan a nuestras vidas. Es un dulce honor poder caminar en esta familia. Bienvenido el tiempo sagrado del silencio vivo de la montaña.
ResponderEliminarGratitud siempre por lo que le brindan a nuestras vidas. Es un dulce honor poder caminar en esta familia. Bienvenido el tiempo sagrado del silencio vivo de la montaña.
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